Un servicio de valor agregado (SVA) es un término popular en la industria de las telecomunicaciones,[1] es utilizado para describir los servicios no básicos, es decir, para todos los servicios más allá de llamadas de voz estándar y transmisiones de fax. Sin embargo, se puede utilizar en cualquier industria de servicios, para aquellos servicios disponibles a bajo costo o sin costo, que existen con el objetivo de promover el negocio principal.
En la industria de las telecomunicaciones los SVA adicionan valor a la oferta de servicios estándar, estimulando a los suscriptores a usar más su teléfono y permitiendo que el operador aumente su ingreso promedio por usuario. En el caso de los teléfonos móviles, tecnologías como SMS, MMS y acceso a datos solían considerarse históricamente servicios de valor añadido, pero en los últimos años los SMS, MMS y acceso a datos se han convertido cada vez más en servicios básicos y, por lo tanto, las ofertas de SVA han comenzado a excluir esos servicios.